Pablo Isla deja Inditex en lo alto y prepara su futuro

Pablo Isla deja Inditex en lo alto y prepara su futuro


RAQUEL VILLAÉCIJA

Arteixo (A Coruña)

Actualizado Domingo,
20
marzo
2022

01:57

Cuando Pablo Isla llegó a Inditex en el año 2005 ya era un ejecutivo consolidado y prometedor. Le fichó una empresa de cazatalentos, pues Amancio Ortega buscaba un hombre fuerte que supiera hacerse cargo del negocio y disparar el crecimiento de Inditex. Tenía 41 años y el grupo textil, unas 2.000 tiendas en poco más de una treintena de países y una acción valorada en torno a los 13 euros. Casi dos décadas después Pablo Isla se marcha de la compañía como uno de los ejecutivos más valorados del mundo, ya no sólo del Ibex, y aún con mucho futuro por delante, por desvelar.

Bajo su mando la compañía se ha convertido en el mayor gigante mundial de su sector, presente en todo en todo el mundo, con 7.000 tiendas más en 96 mercados, y referencia en digitalización y sostenibilidad. Una empresa global, digital, integrada y sostenible. «Ayer fue mi último consejo de administración, hoy la última presentación de resultados… Han sido meses muy intensos y muy bonitos, en el plano personal, y ha habido mucha compenetración, ha sido un proceso muy natural».

Así se despedía el pasado miércoles Pablo Isla de su etapa en el gigante textil, tras presentar sus últimos resultados anuales y tras dar el relevo a Óscar García Maceiras, consejero delegado desde diciembre, y a Marta Ortega, que hereda el imperio de su padre como presidenta no ejecutiva.

«Hoy es un día muy especial porque culmina de manera pública la transición que iniciamos hace unos meses», señaló en su última comparecencia ante la prensa.

Este ha sido su último año en la empresa cotizada, probablemente uno de los más turbulentos. A ello se ha sumado en el arranque de 2022 la crisis derivada de la guerra de Ucrania, un problema que sí tendrá que afrontar su sucesor. Inditex ha tenido que cerrar sus 500 tiendas en Rusia, uno de sus principales mercados y aún está por ver el impacto real que tendrá en el negocio.

A pesar de que la pandemia ha seguido muy presente, Inditex ha conseguido acercarse a las cifras precovid y ganó 3.243 millones de euros, el triple que en 2020 y rozando ya los 3.600 millones cosechados en 2019, y con un crecimiento en sus ventas del 36%. Estas se situaron en los 27.716 millones, ya sólo un 2% por debajo de los 28.286 generados antes de la pandemia, según las cuentas anuales publicadas esta semana. «Los resultados de 2021 ponen de manifiesto la solidez de Inditex, la fortaleza del modelo y la calidad de los equipos», según el ejecutivo.

El nombre de Isla está asociado a Inditex casi tanto como el de su fundador, Amancio Ortega, que en unos días cumplirá 86 años y que concluye así el relevo generacional legando la compañía a su hija. Abogado del Estado (fue el primero de su promoción), Isla antes había trabajado en Banco Popular y Tabacalera y en 2012 ya fue nombrado presidente. El grupo ha duplicado desde entonces el número de tiendas (tiene 6.477) y está en 96 mercados, con más de 163.000 empleados.

Óscar García Maceiras y Pablo Isla.

«Amancio Ortega siempre ha sido un innovador, un emprendedor que necesitaba a su lado a un gran ejecutivo, al mejor director de negocio, y encontró a la persona excelente. Isla ha sabido adaptarse perfectamente a esa cultura y seguir a rajatabla algunos de los puntos de Amancio Ortega, que no es una cosa fácil. Por ejemplo, ha descentralizado y dado responsabilidad a las personas, las marcas compiten entre ellas y deja actuar a las personas. Han hecho un excelente tándem», señala Jaume Hugas, del departamento de operaciones e innovación de Esade.

Cuenta que durante algunos años Inditex invitaba a profesores de universidades y escuelas de negocio a visitar sus instalaciones. Isla entonces acababa de ser nombrado presidente de Inditex. Los directivos y empresarios que se han cruzado con él destacan este perfil de «líder clásico, discreto sencillo y austero, muy brillante». señala Hugas.

Reconocido mejor empresario del año por Harvard School Review, y por Forbes, su transición al frente del grupo textil ha sido alabada en las mejores escuelas de negocios del mundo. «Una de las claves ha sido lograr construir desde el principio una empresa enfocada al cliente. Tenían una visión del cliente que nadie tenía en esa época», dice el experto.

En la práctica, esa vocación por el cliente se traduce en años de transición e inversiones, impulsadas bajo su mando. En una década Isla ha hecho lo que en otras empresas se tarda el doble. Ha liderado la gran revolución del gigante textil, su expansión a los cinco continentes y la transformación de su red comercial. Uno de los retos más afinados ha sido la digitalización de las tiendas hasta el punto de que un cliente hoy puede comprar una prenda desde su casa y le será empaquetada desde la tienda más cercana.

Esto, que no haya distinciones entre canales a la hora de gestionar el stock, no lo hace la mayoría de las cadenas, pues tienen almacenes específicos para el canal online y no preparan los pedidos en las tiendas físicas.

Esta integración total del stock (las tiendas son también almacenes para los pedidos que se hacen a través de internet) o stock integrado, permite tener un control estricto del inventario, de manera que casi lo que se fabrica es lo que se vende. El canal físico sirve de apoyo al online y viceversa. Esto hace del modelo del gallego de los más eficientes.

Por eso, gran parte del logro de Isla ha sido hacer de Inditex, no sólo una empresa pionera en la moda, sino en logística y tecnología. Pocas compañías pueden presumir de tener una red tan ambiciosa. El aeropuerto de Zaragoza prácticamente lo opera el gigante textil, pues allí se reciben todas las prendas que se han fabricado en otros países, que pasan por España antes de ser enviadas a las tiendas de todo el mundo. Eso, entre otras cosas, también afina el control del inventario. El grupo tienen 10 centros logísticos y el tiempo mínimo de entrega es 48 horas.

En 2019, justo antes de la pandemia, Pablo Isla ya detalló los avances de la gran apuesta online, que implica que cualquier cliente desde cualquier parte del mundo pueda comprar productos de las ocho marcas desde el canal online en el año 2020. Estas ventas ya suponen el 25% del total y está previsto que alcancen el 30% en dos años.

«Lo que mejor ha hecho Isla ha sido liderar la expansión internacional de la compañía a mercados donde no estaba, tanto físicamente como online, y el crecimiento en tiendas, así como el avance en temas de sostenibilidad, donde Inditex es de las pioneras», señala Hugas.

Se ha logrado el objetivo, a pesar de que la pandemia supuso un golpe duro para el gigante textil. En 2020, el año más difícil, sólo entró en pérdidas un trimestre, y eso que prácticamente todas las tiendas físicas estuvieron cerradas durante meses.

Este año, uno de los retos para García Maceiras y Marta Ortega será gestionar la crisis provocada por la guerra en Ucrania, que ha obligado a cerrar las tiendas en estos países, así como seguir avanzando en la transformación digital y del parque comercial. En los últimos años se han ido cerrando las más pequeñas y menos rentables para abrir otras más grandes situadas en mejores ubicaciones. «Tengo máxima confianza en el futuro de la empresa, con Marta como presidenta y Óscar como consejero delegado. Marta lleva 15 años en la empresa y la conoce perfectamente y tiene mucho criterio y Óscar es un consejero delegado impresionante», dijo Isla el pasado miércoles en su despedida, visiblemente emocionado.

Poco se sabe del futuro de Isla y el directivo no ha querido aún revelar dónde irá cuando abandone el grupo, aunque en su última intervención lanzó un mensaje claro: «No me voy a retirar evidentemente«, dijo.

Hugas cree que «es muy difícil que pueda ir ahora a cualquier empresa del Ibex 35, pues son compañías mucho más anquilosadas».

Las fuentes consultadas creen que podría acabar en alguna fundación o «dedicarse a dar conferencias en escuelas de negocio, fundaciones». Recientemente se ha incorporado al consejo del patronato de la Fundación La Caixa que preside Isidre Fainé y se ha especulado mucho desde entonces sobre su futuro.

Tras estos meses de transición, el relevo queda definitivamente en manos de García Maceiras y Marta Ortega, como presidenta no ejecutiva, desde el 1 de abril. «Isla pone el listón bastante alto, sin su labor no es posible entender tanto el presente como el futuro de Inditex«, dijo Óscar Maceiras en la última intervención juntos.