Kiev aguarda bajo toque de queda embestida de tropas rusas

Ofensiva de Moscú aumentó. Biden viaja hoy a Europa para pactar nuevas sanciones.

Kiev aguarda bajo toque de queda embestida de tropas rusas

Ofensiva de Moscú aumentó. Biden viaja hoy a Europa para pactar nuevas sanciones.

Kiev, bajo toque de queda, está determinada a resistir al embate de las tropas rusas, que mantienen igualmente un férreo asedio de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, atacada ayer con dos “bombas superpotentes”.

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El Pentágono afirmó que, según la información que dispone, los ucranianos comenzaron a contraatacar a los rusos, especialmente en el sur del país, en vez de dedicarse únicamente a defenderse, lo que provocó un freno del avance ruso.

(Además:  Rusia dice que solo usará armas nucleares en caso de ‘amenaza existencial’)

No obstante, el presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó el temor de que Moscú pase a mayores, recurriendo a armas químicas o biológicas.

Ayer, el Kremlin aseguró que sólo usará armas nucleares en Ucrania si se enfrenta a una “amenaza existencial”, según declaró a CNN el portavoz Dmitri Peskov.

“Tenemos una doctrina de seguridad interior, y es pública, en ella pueden leer todas las razones para el uso de armas nucleares”, dijo.

Los expertos ucranianos y occidentales creen que la guerra no está evolucionando como el Kremlin había planeado. “Las fuerzas rusas se están quedando sin reservas”, apuntó el portavoz del Pentágono, John Kirby, señalando que los rusos “están frustrados” y “estancados”.

El comando militar de Ucrania indicó que las fuerzas rusas disponen de municiones, comida y combustible solo para tres días y aseguró que 300 soldados rusos desertaron en la región de Sumy.

Joe Biden en discurso en el capitolio de la Casa Blanca.

Foto:

Al Drago/Bloomberg

Incluso en las zonas capturadas por Rusia persiste la resistencia.

Las potencias occidentales, reticentes a implicarse directamente en el conflicto por temor a desatar una guerra global, se aprestan a reforzar las sanciones económicas contra Rusia.

Justamente, Biden viaja hoy a Europa para sostener desde mañana una serie de reuniones con la Otán y el Consejo Europeo, cuando se prevé que anuncie junto a sus aliados europeos más sanciones contra Rusia y el endurecimiento de las medidas ya adoptadas; el viernes viajará a Polonia -que ha recibido la mayoría de los 3,5 millones de exiliados ucranianos- para reunirse al día siguiente con el presidente de ese país, Andrzej Duda.

“Vendrán días duros en Ucrania, los más duros para las tropas ucranianas en la frontera y los civiles bajo bombardeo.

La intensa diplomacia marca un momento crucial en el peligroso punto muerto entre una nueva y revitalizada alianza transatlántica y el presidente Vladimir Putin, quien hace un mes envió al ejército ruso dentro de Ucrania para intentar que no cambiara el equilibrio del poder europeo.

A pesar de que las fuerzas ucranianas, armadas por Occidente, han resistido con éxito la embestida rusa, EE. UU. advirtió contra cualquier expectativa de que haya un final rápido para la guerra o un repliegue de Moscú.

“Vendrán días duros en Ucrania, los más duros para las tropas ucranianas en la frontera y los civiles bajo bombardeo”, estimó ayer el consejero de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, al agregar que “esta guerra no terminará ni fácilmente ni rápidamente”.

Ciudadanos ucranianos visibilizando los daños en zonas residenciales de Kiev.

Foto:

EFE/EPA/ROMAN PILIPEY

Actualmente, más de 200.000 personas están atrapadas en Mariupol, descrita por quienes consiguieron salir de allí como “un infierno helado lleno de cadáveres y edificios destruidos”, según un informe de Human Rights Watch. 

Ayer, dos “bombas superpotentes” cayeron en la ciudad, luego de que Rusia le dio a la ciudad hasta las 5 a. m. del lunes para rendirse, pero el Gobierno rechazó el ultimátum y dijo que la resistencia en la ciudad había fortalecido la defensa de toda Ucrania.

Entre tanto, Kiev vive en compás de espera de los próximos movimientos rusos, bajo un toque de queda de un día y medio impuesto desde la tarde del lunes, el tercero desde la invasión del país.

“En el peor de los casos moriremos, pero nunca nos rendiremos”, afirmó su alcalde, Vitali Kitschko, ante el Consejo de Europa.

“No sabemos si los rusos seguirán intentando rodear la ciudad, pero nosotros nos sentimos mucho más seguros, la moral está alta”, dijo a la AFP Maxim Kostetskyi, abogado y miembro de una unidad de voluntarios en Kiev.

Ucrania no puede ser conquistada ciudad por ciudad, calle por calle, casa por casa.

Ucrania advirtió que las ciudades de Chernígov (norte) y Jersón (sur) alertaron sobre la falta de suministros de comida y medicinas.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió que se dé “una oportunidad a la paz”, parando “esta guerra absurda” e “imposible de ganar”.

“Ucrania no puede ser conquistada ciudad por ciudad, calle por calle, casa por casa”, agregó.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, invitó al papa Francisco a mediar entre ambos bandos. Por su parte, el Kremlin consideró que las negociaciones deberían ser “más enérgicas, más sustanciales”, según su portavoz, Dmitri Peskov.

AFP y Efe / Kiev

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