Moscú acota sus objetivos militares y Kiev se plantea una contraofensiva

Rusia dio por terminada la primera parte de su operación. Ucrania pide más armas para atacar.

Moscú acota sus objetivos militares y Kiev se plantea una contraofensiva

Rusia dio por terminada la primera parte de su operación. Ucrania pide más armas para atacar.

En poco más de un mes que lleva la guerra en ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, no ha conseguido en cuatro semanas de campaña militar doblegar a la resistencia ucraniana, pese a que los altos mandos militares de ese país aseguran que la operación “transcurre según lo planeado”. Ucrania, por su parte, asegura que el frente está prácticamente congelado, con pequeñas victorias locales de sus unidades.

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Pese a la contradicción en las declaraciones, Rusia anunció este viernes que concentrará ahora su ofensiva en el este del país, específicamente en el este (en Donbás), y que ahora entra en una nueva fase de su operación militar. Algo que se ha leído como un cambio de objetivos por parte del Kremlin en suelo ucraniano.

Desde el principio, el objetivo de la intervención militar rusa era “desmilitarizar” Ucrania. Y si bien el Estado Mayor ruso ha informado que los bombardeos han destruido totalmente la armada ucraniana y “casi completamente” la Aviación y la Defensa Antiaérea, lo cierto es que Ucrania ahora dice que quiere pasar a la contraofensiva y le ha pedido a Occidente más ayuda militar para este plan.

A día de hoy, tras un mes de hostilidades, el Ejército ruso controla el 54 % de Donetsk, donde está desplegado el grueso de las fuerzas ucranianas, y el 93 % de Lugansk

A finales de esta semana, las fuerzas ucranianas lanzaron un ataque en la ciudad de Jersón, en el sur del país, el único gran núcleo urbano conquistado completamente por Rusia, que ahora está en “disputa”, según indicó un alto funcionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

“Sería un avance importante” de las tropas de Kiev en el frente sur. También se han registrado combates entre las fuerzas rusas y la resistencia ucraniana en las localidades de Bucha e Irpin, en las afueras de Kiev (al noroeste de la capital), según información del Pentágono. Incluso, las tropas arreciaron su ofensiva esta semana en Kiev, pero tuvieron que replegarse tras intensos combates.

Según la inteligencia británica, los contraataques del Ejército ucraniano y las dificultades de las fuerzas rusas con sus líneas de suministro “han permitido a Ucrania volver a ocupar ciudades y posiciones defensivas hasta 35 kilómetros al este” de la capital ucraniana. El ejército de Kiev ha recurrido al misil antiblindado Javelin, el cual se ha convertido en el arma de la resistencia y que ha sido proporcionado por Estados Unidos.

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Si bien el avance del ejército ruso sobre el terreno parece estancarse, la fuerza aérea invasora está aumentando los bombardeos, en particular en la región de Kiev, en Chernihiv (norte) y alrededor de las regiones separatistas de Donbás, detalló el funcionario.

Kiev, después de un ataque ruso

Foto:

EFE

Sobre las bajas militares que ha sufrido Rusia en este mes hay mucha especulación según el bando. Rusia admitió este viernes que más de 1.300 soldados suyos han muerto y más de 3.800 han resultado heridos. Sin embargo, desde Occidente dicen que las bajas podrían ser más y llegar incluso a las 7.000.

El objetivo prioritario de Moscú a corto plazo es tomar Mariúpol y después expulsar del Donbás a las tropas ucranianas

La lucha, no obstante, en la práctica sigue a favor de Rusia. Kiev, por supuesto, tendrá sus limitaciones en este plan de contraataque frente a uno de los ejércitos más poderosos del mundo.

Y por eso, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, pidió durante las tres cumbres que se celebraron en Bruselas (Bélgica) que la Otán le envíe más armamento a su ejército no solo para defenderse, sino también para atacar. Zelenski reclamó “ayuda militar sin restricciones” que le permita pasar de la resistencia a la ofensiva. Los miembros de la Alianza han mantenido un envío constante de armas a Ucrania, pero se trata principalmente de dispositivos defensivos.

A día de hoy, tras un mes de hostilidades, el Ejército ruso controla el 54 % de Donetsk, donde está desplegado el grueso de las fuerzas ucranianas, y el 93 % de Lugansk. Y es precisamente en esta zona donde ahora se concentrarán (Donbás) las tropas rusas, según el anuncio del Estado Mayor. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que cree que Rusia no ha cambiado “sus objetivos”, pero aseguró que “no cabe duda alguna de que esta guerra ya es un fracaso estratégico de Rusia”.

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“No tenemos ninguna prisa”, comentó Vladislav Shuriguin, analista de la revista Zavtra y antiguo combatiente, sobre la presunta ralentización del avance ruso. En su opinión, la campaña ha sido un éxito hasta ahora, ya que Moscú no solo ha inutilizado el grueso de la infraestructura militar ucraniana, sino que ha inmovilizado al Ejército enemigo, que está incapacitado para lanzar una contraofensiva.

Shuriguin considera que el objetivo prioritario de Moscú a corto plazo es tomar Mariúpol y después expulsar del Donbás a las tropas ucranianas entre la ciudad de Kramatorsk y las afueras de Donetsk, que estima en unos 75.000 hombres.
Más allá del plano militar, desde que empezó la invasión, más de 3,7 millones de personas han huido al extranjero. Además, más de mil civiles han muerto en Ucrania, según Naciones Unidas.

REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con información AFP y Efe