Miracle Village, pueblo donde la mitad de habitantes son agresores sexuales
Este lugar se ha convertido en un sitio de rehabilitación y reflexión para los exconvictos.

Este lugar se ha convertido en un sitio de rehabilitación y reflexión para los exconvictos.
Pensar en vivir en una comunidad en la cual la mitad de la población ha cometido delitos por abuso sexual parecer ser una muy mala idea. Sin embargo, este pequeño lugar en Florida, Estados Unidos, se encarga de proporcionar un sitio donde vivir a aquellos que han tenido líos con la justicia en este ámbito.
La historia de Miracle Village (Villa milagrosa, en español) se da gracias a las estrictas leyes que rigen en Florida en materia de delitos sexuales, ya que la ley estatal impide que los agresores sexuales de niños vivan a menos de 1.000 pies de una escuela, un parque, una guardería o un patio de recreo.
Por tal motivo, los agresores que se ven condenados a libertad condicional o a casa por cárcel están obligados a vivir en zonas más alejadas de la ‘civilización’.
Algunos de ellos vieron pornografía infantil o abusaron de sus propios hijos, otros abusaron de menores cuando estaban en posiciones de poder y otros cometieron delitos menores que igual fueron condenados.
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Miracle Village un pueblo ubicado dentro del condado de Pahokee, en Florida, Estados Unidos. Ahí viven poco más de 300 personas, todas ellas con tiempo cumplido en la cárcel. Todos y todas son, o fueron «sexual offenders.»( Violadores,acosadores,asesinosetc) pero siguen vigilados pic.twitter.com/uG7v72dOAe
En 2009, según reporta el ‘Daily Mail’, el pastor Dick Witherow comenzó a poner viviendas a disposición de los delincuentes sexuales condenados para que tuvieran un lugar seguro en el cual vivir y pudieran ir aprendiendo cómo ingresar de nuevo a la sociedad.
Pero, en un principio, esta propiedad tenía otros fines. Miracle Village fue construida en 1964 por los inmigrantes que trabajaban en ese entonces en los campos de caña de azúcar. Para 2022, 58 años después, su industria principal es la agricultura y cuenta con 54 casas dobles y seis casas familiares para sus habitantes.
La popularidad de la villa
Contrario a lo que se creería popularmente, Miracle Village es un lugar de fácil acceso. Sofia Valiente es una fotógrafa que logró retratar la vida diaria de quienes habitan el lugar. Según relata para ‘Vice’, un día solo decidió conducir hasta la villa y hablar con sus habitantes para realizar su proyecto.
No obstante, la mujer relató que tenía muchos reparos y preconcepciones a la hora de ir, dado que no sabía lo que encontraría; pero luego de tomar las fotos y hablar con las personas vio “que no eran monstruos. Ellos no eran diferentes a ti y a mí, lo que me obligó a hacer el trabajo”.
Miracle Village – деревня сексуальных преступников в СШАhttps://t.co/4z4VbXBohJ pic.twitter.com/cimArSUDtV
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Cabe resaltar que, por más abiertos que sean, allí no aceptan que se hospede ninguna persona que haya sido diagnosticada como pedófilo, que haya sido un violador serial o que haya cometido crímenes violentos.
“Lo que pasa con el pueblo es que todos comparten una etiqueta. Realmente no hay una jerarquía como en el resto de la sociedad. Algo le sucede a un hombre cuando le quitan su ego”, afirmó Valiente para el medio citado con anterioridad.
¿Cómo se vive en Miracle Village?
Dentro del trabajo de exposición de la fotógrafa es posible conocer a varios de los hombres y mujeres que viven allí. Muchos de ellos con historias que se podrían considerar poco peligrosas, como la de un hombre que orinó en la calle y fue denunciado por una mujer.
En el pequeño barrio, los habitantes tienen acceso a un gimnasio, una cancha de baloncesto, una casa en la que vivir, mascotas con las cuales compartir y electrodomésticos básicos.
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Algunos de sus vecinos, quienes conforman la otra mitad de la población, viven junto con ellos en un ambiente de bastante tranquilidad, así lo cuenta Edgar Walford para ‘BBC’.
“Es un lugar muy tranquilo, nadie molesta a nadie”, dice. Respecto a sus crímenes afirma que: “Son buenas personas. He hecho muchos amigos. Lo único que extrañamos son los niños, y el autobús escolar ya no viene aquí”. Esto debido a que Miracle Village, a pesar de ser tranquilo, sigue siendo una zona aislada que se rige bajo las normas de Florida.
Florida isolated community dubbed the ‘Miracle Village’ https://t.co/Sxb34ARXCr pic.twitter.com/WCkEUEpjun
¿Repudiados por la sociedad?
Ser aceptados por pequeños grupos en la sociedad no ha sido un trabajo sencillo. El Centro de Conferencias Metodistas Unidas de Florida relató cómo había sido el ingreso de Chad Stoffel, uno de los recluidos en Miracle Village, a la iglesia de Pahokee.
Aunque pensaron que su ingreso sería muy difícil debido a su pasado, lo que pasó los sorprendió, pues Chad fue invitado al coro y, junto con algunos compañeros, pudo formar parte de esa comunidad religiosa.
Miracle Village Complex
1208 Birmingham Street, Tallahassee, Florida 32304
Worship Services Sundays at 9:30 am pic.twitter.com/cnDvR3GAVo
“A medida que se han ido conociendo, las personas han comenzado a verse por lo que realmente son. Ahora, cuando los nuevos residentes llegan a Miracle Village, reciben obsequios de sábanas limpias y kits de higiene de la iglesia. Los miembros también organizan fiestas de cumpleaños y noches de cine para el grupo”, dijo Patti Aupperlee, quien entonces era pastora de la Primera Iglesia Metodista Unida.
Además, algunos de ellos se incorporaron a la banda del centro religioso para tocar la batería o cantar, y es que en este centro no solo se brinda el servicio religioso, sino que también clases de manejo de la ira y estudio bíblico.
Una seconda possibilità. Un reportage da Miracle Village, Florida. @Internazionale http://t.co/Xhu14SVGny pic.twitter.com/v4JwVa4EaL
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Como condición de su libertad condicional, la mayoría de los agresores sexuales asisten a programas de tratamiento psicológico y a trabajos locales en pueblos muy cercanos.
“Sé que al principio hubo mucha oposición a ellos, porque todo se trataba de proteger nuestro activo número uno: nuestros hijos. Pero seguimos adelante, y este es un país de segundas y terceras oportunidades para las personas que cometen errores. Siempre que la aplicación de la ley esté involucrada y no haya problemas, la comunidad los aceptará”, asegura el alcalde de Pahokee, Colin Walkes.
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