La culpa de la subida del precio del pan la tiene la extrema ola de calor en India

La culpa de la subida del precio del pan la tiene la extrema ola de calor en India

India Un ‘apocalipsis de fuego’ por la ola de calor en India y Pakistán

India se ofreció a alimentar al mundo cuando estalló la guerra en Ucrania. Al primer ministro Narendra Modi se le llenó la boca presumiendo de que su país tenía suficiente comida para saciar el apetito de sus 1.400 millones de habitantes y que estaba listo para enviar sus abundantes reservas de cereal a los países que lo necesitaran.

Eso dijo Modi al presidente estadounidense Joe Biden en una charla que tuvieron en abril después de que las exportaciones de la región del Mar Negro se desplomaran por la invasión rusa del granero europeo, Ucrania, y la lluvia de sanciones occidentales a Moscú. Ambos países representan alrededor de un tercio de las ventas mundiales anuales de trigo.

India, que lleva desde que comenzó la guerra sin condenar la invasión rusa y comprando petróleo al país de Putin, aprovechando los grandes descuentos, a través de licitaciones al contado, quiso mover ficha para pulir su imagen internacional comprometiéndose a llenar de cereal a un precio razonable la despensa de muchos países, exportando un récord de 10 millones de toneladas este año. Pero Modi no contaba con que una importuna e inesperada ola de calor extremo arruinaría sus planes.

Hacía más de un siglo que en la primavera india las temperaturas no superaban los 49 grados. Va por la quinta ola de calor desde marzo. El verano se ha adelantado un par de meses y aún queda mucho para que los monzones comiencen a secar el sudor. Estas temperaturas extremas, además de las muchas muertes que se han reportado por los golpes de calor, están marchitando la cosecha de trigo de la que el mundo dependía para aliviar la escasez mundial tras la guerra en Ucrania.

Según Monika Tothova, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, los agricultores indios estiman que entre el 10 y el 15% de su cosecha se ha perdido por la ola de calor. El rendimiento de los cultivos de trigo se habría reducido hasta en un 50 % en algunas de las zonas más afectadas por las altas temperaturas, lo que disparó el precio interno de los alimentos básicos.

Esta situación es la que empujó al primer ministro Modi a anunciar el pasado sábado que India prohibía las exportaciones de su cereal hasta nuevo aviso. Este país representa alrededor del 5% de las exportaciones mundiales. El único trigo que saldría fuera de las fronteras de la nación del sur de Asia sería a través de cartas de crédito que ya se habían emitido en base a las necesidades de seguridad alimentaria de los países demandantes.

La onda expansiva de esta prohibición sacudió el lunes los mercados: los precios del trigo subieron casi un 6%. Para ser exactos: el índice de referencia del trigo subió hasta un 5,9% en Chicago, el más alto en dos meses. El precio, que ya era alto debido a la guerra, tocó los 435 euros por tonelada cuando se abrió el mercado europeo. Esto supone un golpe más a la ya mermada cadena de suministros globales que hará que suban los precios de productos tan básicos como el pan o los fideos.

La medida extrema de India no sentó muy bien a sus grandes compradores. Tras la reunión del fin de semana de los líderes del G7 en Alemania, el ministro alemán de Agricultura, Cem Ozdemir, lanzó un dardo a India. «Si todo el mundo empieza a imponer restricciones a la exportación o a cerrar mercados, eso empeoraría la crisis», dijo Ozdemir.

Según Ashok Gulati, profesor de agricultura en el Consejo Indio de Investigación sobre Relaciones Económicas Internacionales, India tenía este año la capacidad de exportar 16 millones de toneladas de trigo. Los comerciantes, en reacción a la creciente demanda en el mercado internacional, ya firmaron contratos para exportar más de tres millones de toneladas entre abril y julio. «Esto iba a servir para enfriar los precios mundiales y reducir la carga de los países importadores de todo el mundo», dice Gulati. Pero la prohibición de las exportaciones deja la situación mucho peor.

Un informe de Nomura, el banco de inversión más grande de Japón, incide en que la decisión de India tendrá implicaciones globales significativas en varios países en desarrollo de bajos ingresos, principalmente los de Asia y Oriente Medio. «El impacto lo sentirán de manera desproporcionada los países en desarrollo, aunque el Gobierno de India ha dejado abierta la opción de exportar a países vulnerables», apunta el informe.

Desde Estados Unidos y la Unión Europea, según aseguró el domingo Valdis Dombrovskis, jefe de comercio de la UE, en una entrevista con la cadena CNBC, están muy preocupados de que estas nuevas restricciones de India aumenten el riesgo de una crisis mundial de hambre.