Guerra en Ucrania: los 100 días del conflicto que desafía el orden mundial

La invasión ha causado la mayor crisis de refugiados y deja 4.000 civiles muertos.

Guerra en Ucrania: los 100 días del conflicto que desafía el orden mundial

La invasión ha causado la mayor crisis de refugiados y deja 4.000 civiles muertos.

Hoy se cumplen 100 días desde que Rusia lanzó una operación militar en Ucrania, una guerra que ha desestabilizado el continente europeo, alterado el orden mundial, debilitado la economía internacional y ha provocado una de las crisis humanitarias más agudas de los últimos años.

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Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania

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Behrouz MEHRI / AFP

En estos más de tres meses, las fuerzas rusas ya controlan “alrededor del 20%” del territorio ucraniano, es decir, cerca de 125.000 kilómetros cuadrados, declaró ayer el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. 

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La ONU hace un balance de más de 4.000 civiles muertos (entre ellos 262 niños) y cerca de 5.000 heridos, datos que podrían ser mucho mayores ante la dificultad en el terreno para establecer los números reales de afectados.

Además, desde entonces, unas 6.8 millones de personas han tenido que huir del país a causa de la guerra y otros 8 millones se han desplazado internamente, con lo cual esta crisis de refugiados se ha convertido en la más grave de la actualidad, superando a la de Siria, según Acnur.

Las fotos y videos de la destrucción a través de la prensa internacional de las principales ciudades también dan cuenta de la devastación de la guerra en el terreno.

El Ministerio de Cultura de Ucrania calcula que al menos 300 lugares de interés patrimonial han sufrido ataques durante la invasión.
Las autoridades han documentado iglesias, mezquitas, sinagogas, museos, teatros y bibliotecas afectadas por los combates.

Imágenes de bombardeos en la acería de Azovstal

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Marie-Laure MESSANA / INTERIOR MINISTRY OF THE DONETSK PEOPLE’S REPUBLIC / AFP

En lo económico, el Gobierno ucraniano depende en buena parte de la ayuda internacional, ante el freno de su industria.

De hecho, Kiev ha repetido en varias ocasiones que necesita al menos unos 5.000 millones de dólares al mes para mantener a flote su economía.

“La invasión de Ucrania por Rusia no afecta solo a Europa, sino que sacude el corazón del orden internacional”, declaró recientemente el primer ministro japonés, Fumio Kishida.

Las consecuencias del conflicto se sienten más allá, con la creciente amenaza de una crisis alimentaria global por el bloqueo en Ucrania de al menos 20 millones de toneladas de cereales que no pueden ser exportadas.

Los países occidentales intentan por ello desbloquear los puertos ucranianos en el mar Negro, especialmente el de Odesa (sur), principal puerta de salida de las mercancías del país, uno de los principales exportadores de trigo del mundo.

Caos y destrucción en la ciudad de Slovyansk, Ucrania.

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ARIS MESSINIS / AFP

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país desbloqueó 40.000 millones de dólares para financiar el esfuerzo bélico ucraniano, se refirió a este conflicto como una lucha entre “la democracia y la autocracia”.

Los aliados Occidentales (Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea) han adoptado desde finales de febrero sanciones contra todos los sectores en Rusia y en Bielorrusia, aliado de Moscú: embargo de petróleo, inversiones prohibidas, congelación de activos, restricciones bancarias, de espacios aéreos y marítimos, en un intento por persuadir a Moscú en su operación militar.

Esto ha provocado que los efectos del conflicto se sienten en todo el mundo -crecimiento económico, cadenas de suministro afectadas, sectores alimentario y energético frenados- y hacen temer una crisis alimentaria, sobre todo en el Norte de África, según Steven Gruzd, del Instituto Sudafricano de Asuntos Internacionales de Johannesburgo.

No obstante, el experto considera “que no hemos visto todavía todos los efectos” de la guerra.

Tropas ucranianas defienden el país.

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AFP

Pero, ¿cómo se llegó a este punto? Las fuerzas rusas abrieron tres frentes a la vez en febrero: en el norte, hacia la capital Kiev; en el este y en el sur.

La ofensiva en el país vecino movilizó 160.000 soldados. Esto representa una relación de fuerzas un poco superior a uno contra uno frente a los ucranianos. Sin embargo, la doctrina militar aboga por una ratio de tres contra uno para lanzar un ataque.

Moscú lanzó esta “operación militar especial” sin lograr primero la supremacía aérea y, rápidamente, empezó a mostrar sus límites frente a una defensa ucraniana ágil y entrenada desde hace años por instructores de la Otán. La enorme ayuda occidental a las tropas ucranianas también ha sido clave para entender por qué los rusos no han podido avanzar más en el terreno.

Futuro del conflicto

Vladimir Putin, presidente de Rusia.

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Alexander NEMENOV / AFP

 Tras el fracaso de la ofensiva relámpago del presidente Putin para derrocar el gobierno de Ucrania, las fuerzas rusas redujeron sus ambiciones para concentrarse en la conquista de la región del Donbás, donde se libra ahora una guerra de desgaste cien días después.

Sin embargo, la táctica de la apisonadora aplicada por Moscú para hacerse poco a poco con el Donbás parece estar dando sus frutos. Pese a la resistencia ucraniana, las fuerzas rusas controlan ahora una parte de la ciudad clave de Severodonetsk.

“La situación en el este es muy difícil”, admitió en la noche del miércoles el presidente ucraniano, en una entrevista al medio estadounidense Newsmax.

“Estamos perdiendo de 60 a 100 soldados por día, asesinados en acción, y alrededor de 500 personas (son) heridas en acción”, aseguró.

“En las próximas semanas, Moscú necesitará pasar militarmente de una guerra de movimientos a una guerra de posiciones. Su material no se regenera, sus fuerzas se agotan”, estima Mathieu Boulègue, experto del centro de reflexión Chatham House.

Ciudadanos ucranianos al lado de vehículo de militares rusos en Bucha.

Foto:

EFE/EPA/ROMAN PILIPEY

Tras tomar el estratégico puerto de Mariúpol (sureste), que permite conectar Rusa con la península de Crimea, una victoria militar en el Donbás sería bienvenida por Putin, que según la inteligencia occidental ha perdido cerca de 15.000 hombres en combate.

No obstante, de momento no parece haber una solución a la vista para el conflicto.
Moscú y Kiev parecen más distantes que nunca en sus intentos de diálogos. Pocos días después de iniciada la invasión, ambos gobiernos tuvieron algunos acercamientos que no dieron frutos.

Ahora, Turquía parece estar tratando de desbloquear las negociaciones. Por su parte, la Otán ha dicho que prevé una guerra larga en Ucrania, que solo se acabará negociando.

Stoltenberg prevé una guerra larga en Ucrania

Jens Stoltenberg, Secretario General de la Alianza del Atlántico Norte (Otán/NATO)

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Thomas COEX / AFP

Por su parte, el secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, consideró este jueves que hay que estar preparados para una «larga guerra de desgaste» en Ucrania que solo puede acabar, dijo, en una mesa de negociación.

En declaraciones en la Casa Blanca tras reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden, Stoltenberg señaló que depende únicamente de Ucrania decidir si cede territorios si llega el momento de negociar, y que la obligación de la Otán es ayudar a ese país a defender su soberanía.

Sobre la oposición de Turquía a la entrada en la Otán de Suecia y Finlandia, recalcó que cuando un miembro de la alianza expresa sus preocupaciones hay que escucharlo, abordar esas preocupaciones y encontrar una solución desde «la unidad».

Añadió que Turquía es un aliado importante que contribuye a la seguridad de la alianza «de muy distintas formas» y señaló que mantiene contactos estrechos tanto con Ankara como con los gobiernos de los dos países candidatos.

Stoltenberg ya anunció este miércoles, tras reunirse con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, que pretende convocar en los próximos días una reunión en Bruselas con representantes de Suecia, Finlandia y Turquía para resolver el veto de Ankara a la entrada de los países nórdicos a la Alianza Atlántica.

Y aseguró que su intención es que la reunión tenga lugar antes de la cumbre de la Otán que se celebrará a finales de mes en Madrid.

El máximo responsable de la Otán reconoció que Ucrania está pagando un «alto precio» por defender su país, pero Rusia también está acusando «elevadas pérdidas».

Y ante las preguntas de la prensa no quiso especular sobre las cesiones que tendría que hacer Ucrania ante Rusia si llega el momento de negociar.

«Depende de ellos tomar esas duras decisiones, nuestra obligación es apoyarlos. No depende de nosotros decidir lo que Ucrania debe aceptar o no. Nosotros debemos ayudarles», dijo.

REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con información de Efe y AFP

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