El Tesoro acelera la colocación de deuda ante el inminente fin en julio de las compras del BCE

El Tesoro acelera la colocación de deuda ante el inminente fin en julio de las compras del BCE

El Tesoro acelera la colocación de deuda al quedar sólo dos meses del plan de compra extra del Banco Central Europeo. Fuentes del Ministerio de Economía aseguran a este diario que se ha emitido ya el 40% de los más de 230.000 millones de euros previstos en 2022 lo que supone un ritmo un 6% más rápido que en 2021. Esta aceleración se produce cuando España se quedará ya dentro de dos meses sin la ayuda extra del BCE para poder colocar deuda pública, según avisa el vicepresidente de esta institución y exministro de Economía, Luis de Guindos.

El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, declaró este jueves que «el Tesoro está preparado» para este cambio de viento en Fráncfort, pero la financiación del Estado se complica y se encarece. El cambio de ciclo se dejó notar en la subasta de este jueves con fuerte subida de la remuneración que tiene que ofrecer España para colocar deuda. Pudo vender 2.381,12 millones de euros de bonos a tres años, pero con un interés del 0,863%, muy por encima del 0,349% ofrecido en la subasta previa.

En cuanto a obligaciones a 30 años, este organismo dependiente del Ministerio de Economía ha adjudicado 1.700,11 millones a 2,302%, muy por encima del 1,262% ofrecido en la emisión anterior.

El oxígeno del BCE ha sido clave desde la pandemia para que España y otros países como Italia pudieran colocar deuda en los mercados a precios bajos, pero toca a su fin y antes de lo previsto. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya anunció que el plan de compras de deuda pública de los estados acabaría en el tercer trimestre, pero De Guindos apunta que el BCE es partidario ya desde el primer momento posible, en el mes de julio. «Mi opinión es que el programa debe acabar en julio. Actualmente no veo ninguna razón para no cerrarlo«, ha declarado Guindos a Bloomberg. Se refiere a las compras de deuda de todos los países, pero el fin del programa tiene particular impacto en los países del sur de la UE que combinan un alto endeudamiento con un mayor desconfianza de los mercados con España y, peor aún, Italia, a la cabeza.

Tras la subasta de este jueves, el Tesoro ha emitido ya 94.172 millones en 2022 «y se alcanza un porcentaje de ejecución del programa de financiación del 40%», señalan en el Ministerio.

La aceleración es coherente con la perspectiva de que el BCE dejará de comprar y que, además, subirá tipos de interés. Este horizonte endurece el mercado para los países del sur, que, según recalcó Guindos, han visto en los últimos meses una cierta subida de las primas de riesgo, aunque sin niveles aún preocupantes para el BCE. «Hemos visto una pequeña ampliación de los diferenciales para Italia, España o Portugal. Pero esto no es una fragmentación como la que tuvimos en 2010-2012. Es totalmente diferente». La prima de riesgo lleva semanas rondando los cien puntos con respecto al bono alemán, cerca de 40 más que hace seis meses.

Con todo, según puntualiza el Ministerio, el coste medio de la deuda en circulación se sitúa en el 1,55%, nuevo mínimo histórico (por debajo del 1,64% al cierre de 2021), por el efecto sustitución de deuda antigua con tipos más elevados. La vida media de la cartera es de 8,02 años.

El BCE ya está reduciendo las compras de forma significativa y de comprar prácticamente toda la emisión extra de deuda que necesitaba España durante la pandemia empieza a ser marginal. La media de compras era de unos 8.000 millones al mes y la previsión en las próximas semanas es bajar a menos de 2.000.

El fin del programa de compras de deuda responde a la decisión del BCE de centrarse en la lucha contra la inflación y abandonar políticas de estímulo que puedan alimentarla como sería la adquisición de bonos de los estados. A esa medida hay que unir la posible subida de tipos de interés del BCE, pero Guindos no deja claro que pueda ser tan pronto como en julio también. «Una subida de tipos no tiene por qué producirse automáticamente una vez que el programa de compras de deuda haya finalizado. Podemos tener un tiempo intermedio y dependemos de los datos». El exministro se declara partidario de poner fin a las compras en julio y estudiar con detenimiento cuándo subir después los tipos. «Puede ser en julio, en septiembre o más tarde», afirma.