El sueño del Villarreal se apaga en una segunda parte soberbia del Liverpool

El sueño del Villarreal se apaga en una segunda parte soberbia del Liverpool

El Villarreal se quedó con la miel en los labios tras acariciar por momentos su primera final de Champions frente al Liverpool (2-3). El conjunto español se marchó con la eliminatoria igualada al descanso tras una soberbia primera mitad, pero su sueño no fue capaz de cumplirse tras acabar claudicando frente al todopoderoso equipo inglés en los segundos cuarenta y cinco minutos.

El Villarreal salió aferrado a buscar la épica y no pudo comenzar de mejor manera el encuentro, los de Emery salieron con todo para tratar de darle la vuelta a la eliminatoria. Poco tardaron en sacar rédito, un centro al segundo palo acabó con un mal remate de Capoue y, muy atento, apareció Boulaye Dia para cazar el balón suelto y marcar el primero. Sólo se llevaban disputados tres minutos. Parecía un correcalles, porque ni españoles ni ingleses renunciaban a ese juego de ataque que marcaba la tónica del partido.

Salah y Mané metieron el miedo en el cuerpo a los de Emery con sendos acercamientos con muchísimo peligro, algo innato en el Liverpool. Gerard Moreno también replicó con una jugada que salvó Van Dijk en el último momento. El Villarreal ya había hecho lo más difícil y no escondía sus ganas de querer más, sin esconderse. Pasada la media hora, se fue haciendo más táctico el encuentro, Klopp y Emery sabían que no podían volverse locos por la situación. Tomaron el protagonismo dos jugadores capitales en cada lado del campo: Van Dijk y Albiol. Los centrales de cada equipo se ocupaban de cortar cualquier atisbo de peligro en sus áreas.

La polémica llegó en el minuto 36. Lo Celso recibió un balón filtrado de Gerard y el argentino, en su intento de regatear a Allison, fue derribado por el meta rival. El colegiado no señaló nada y, pese a las protestas del Villarreal, el VAR tampoco corrigió al árbitro. Sin embargo, tres minutos más tarde, la locura iba a desatarse en La Cerámica. Una soberbia jugada de Capoue en la línea de fondo acabó con un magnífico cabezazo de Coquelin para poner el 2-0. Todo empezaba de nuevo, la eliminatoria no tenía dueño. Cuarenta y cinco minutos de auténtico recital del Villarreal, de demostrar que los sueños no tenían límites.

La segunda parte comenzó con el cambio de Klopp en su tridente: quitó a Jota y dio entrada a Luis Díaz. Se quiso venir arriba el conjunto inglés, que necesitaba encontrarse sobre el césped. La presencia del colombiano proporcionó alternativas por la banda izquierda y generar descontrol en los locales las subidas de Arnold. Fruto de ello, un zapatazo del propio Arnold, que desvió Coquelin, se topó con el poste. Luis Díaz tuvo en sus botas el gol con un remate acrobático. Salía airoso el Villarreal ante las acometidas del Liverpool, demostrando que también sabía defenderse. Y tanto fue el cántaro a la fuente que hubo premio. Fabinho fue el encargado de recortar distancias con un disparo duro abajo para superar a un Rulli que pudo hacer más en el gol.

El Villarreal estaba obligado de nuevo a remar contracorriente. Y mucho, porque Luis Díaz igualó el partido en tan sólo cinco minutos. Los de Emery estaban muertos física y mentalmente, el técnico retiró a Gerard y Coquelin para oxigenar a los suyos con la entrada de Chukwueze y Pedraza. Pero no sirvió de mucho, un avispado Mané no perdonaría para culminar la remontada tras un grosero fallo de Rulli. El meta del Villarreal calculó mal su salida para despejar el balón y dejó en bandeja el gol del delantero del Liverpool.

El equipo español apenas pudo contener la avalancha inglesa durante la última media hora de partido. Para terminar con el triste final, Capoue fue expulsado tras ver dos amarillas en la recta final. El cuadro dirigido por Jurgen Klopp supo resolver un partido que se le puso cuesta arriba en los primeros cuarenta y cinco minutos, mostrando sus credenciales para estar en la tercera final de Champions en cuatro años. El Villarreal volvió a demostrar su valía en Europa contra uno de los mejores clubes del mundo, aunque cayese eliminado a las puertas de su primera final.