El PSG elimina al Arsenal y se clasifica a la final de la UEFA Champions League 2025

El París Saint-Germain ha cumplido su promesa europea: el conjunto francés derrotó al Arsenal en una intensa semifinal y logró su pase a la gran final de la UEFA Champions League 2025. Con un marcador global de 3-1, el equipo dirigido por Luis Enrique firmó una actuación táctica impecable, consolidando un proyecto que ahora sueña con hacer historia en Múnich.
El partido de vuelta, disputado en el Parque de los Príncipes, fue una batalla de ritmo, precisión y nervios. Tras un 1-1 en la ida en Londres, el PSG supo manejar los tiempos, contener la presión del equipo de Mikel Arteta y golpear en los momentos clave. Los goles de Mbappé y Vitinha sellaron una noche mágica para los parisinos, mientras que Donnarumma volvió a brillar bajo los tres palos.
Luis Enrique, ex campeón de Europa con el Barcelona, ha logrado imprimir carácter y solidez a un equipo que solía ser criticado por su falta de identidad en las fases decisivas del torneo. Esta vez, el PSG se mostró compacto, decidido y comprometido con una idea colectiva. “No hay títulos sin sacrificio, sin bloque. Hoy ganamos todos, no por individualidades”, sentenció el técnico tras el encuentro.
En la conferencia de prensa, Luis Enrique también respondió a los comentarios de Arteta, quien aseguró que el Arsenal fue “mejor equipo” a lo largo de la eliminatoria. El entrenador español fue claro pero respetuoso: “El fútbol es de goles y de controlar los momentos. No siempre gana quien domina, sino quien define”.
El pase a la final significa más que una victoria deportiva. Es un símbolo de madurez para un club que ha invertido millones en busca de la gloria europea y que, por fin, parece haber encontrado el equilibrio entre talento y disciplina. Con jóvenes promesas y figuras consolidadas trabajando al unísono, el PSG se presenta como un rival temible para el Inter de Milán, su contrincante en la gran cita del 31 de mayo en el Allianz Arena.
El club parisino no ha ganado aún la Champions, pero esta será su segunda final en cinco años. El hambre está intacto, pero esta vez la sensación es distinta: no se trata de una constelación de estrellas sin rumbo, sino de un verdadero equipo.
A la espera de la final, el PSG también disputará la final de la Copa de Francia, lo que abre la posibilidad de un triplete histórico. “Vamos paso a paso. No hemos ganado nada todavía, pero vamos por buen camino”, dijo Luis Enrique con la prudencia de quien sabe que en el fútbol, la gloria se escribe con paciencia.
Múnich espera. Y el PSG, con la mirada firme y el corazón encendido, va por todo.