El Banco de España pide al Gobierno que evite un «impulso fiscal generalizado» horas antes de que divulgue su plan de choque

El Banco de España pide al Gobierno que evite un «impulso fiscal generalizado» horas antes de que divulgue su plan de choque

El Banco de España ha pedido al Gobierno que las medidas que va a desplegar para contrarrestar el impacto de la guerra de Ucrania en la economía no se basen en un «impulso fiscal generalizado», apenas unas horas antes de que el Ejecutivo apruebe en Consejo de Ministros un plan de choque que incluye una bonificación del precio de los carburantes para todos los españoles, sin discriminar por renta, entre otras medidas de estímulo.

«Evitar la adopción de medidas generales o excesivamente rígidas, dada la heterogeneidad de sectores, empresas y trabajadores, permitiendo que el ajuste no recaiga en los colectivos más vulnerables», ha pedido el gobernador de la institución, Pablo Hernández de Cos, en un desayuno informativo organizado en Pamplona.

De Cos cree que las respuestas del Gobierno deben ser «granulares y focalizadas en los hogares, empresas y sectores más vulnerables», es decir, que no haya café para todos. Considera además que las medidas no deben prolongarse en el tiempo, dado el elevado nivel de déficit y deuda pública del Estado: «deben ser temporales y selectivas, dado el notable aumento de los desequilibrios presupuestarios durante la pandemia y el actual contexto de elevada inflación, evitando un impulso fiscal generalizado».

Las políticas planteadas por el Ejecutivo supondrán un incremento del gasto fiscal que, unido a una bajada de los ingresos por los recortes impositivos, contribuirán a incrementar el desfase presupuestario.

En este sentido, el Banco de España ha vuelto a pedir al Gobierno que acompañe el plan de choque de un «programa de consolidación a medio plazo que permita reducir gradualmente el elevado endeudamiento público», para que sea implementado una vez que la recuperación se asiente. Se trata de una exigencia que ha repetido en numerables ocasiones desde 2020, al igual que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y que el Ministerio de Hacienda siempre ha ignorado.

Ha pedido también un «conjunto exhaustivo y ambicioso de reformas que aborden nuestros problemas estructurales y eleven nuestro producto potencial, lo que permitirá reducir también nuestro endeudamiento público», que se acelere el despliegue de los proyectos y reformas del Plan de Recuperación asociado a los fondos europeos Next Generation y que se firme un pacto de rentas.

Respecto a esto último, ha recordado especialmente a los sindicatos que «es necesario evitar el uso generalizado de cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto que pudieran alimentar adicionalmente el actual proceso inflacionista».

«La pérdida de rentas de la economía que supone el aumento de costes energéticos, agravado a raíz de la invasión de Ucrania, debe ser repartida entre trabajadores (caída de su poder adquisitivo) y empresas (disminución de sus márgenes), que evite una espiral inflacionista«, ha pedido la institución.

En concreto, ha reivindicado que no se recurra a «fórmulas de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o a cláusulas de salvaguarda, cuya aplicación elevaría los efectos de segunda ronda (espiral inflación-crecimiento salarial)» y ha apostado, en su lugar, por «compromisos plurianuales en los aumentos salariales (ligados por ejemplo a la inflación subyacente), complementados, en su caso, con compromisos en la protección del empleo, que aporten certidumbre a los agentes en sus decisiones de consumo e inversión».

A esto debería sumarse, por el lado de las empresas, «compromisos de moderación de los márgenes empresariales, para asegurar la competitividad de las empresas españolas y que el crecimiento económico se resienta lo menos posible».