Carlos Sainz y el reto de ponerse por delante de Charles Leclerc en el año perfecto para Ferrari

Carlos Sainz y el reto de ponerse por delante de Charles Leclerc en el año perfecto para Ferrari

Ferrari no se ha visto en una situación como la que han tenido en este arranque de 2022 desde hace décadas. Charles Leclerc y Carlos Sainz no se han bajado del podio y el F1-75 se ha confirmado como el coche de referencia, con Red Bull y Max Verstappen obligados a pasar al ataque para defender el título.

Pero la afición española no está satisfecha del todo. Hace no mucho, ver a Sainz en el podio era casi un sueño y ahora es prácticamente es un día más en la oficina. En las tres últimas carreras de Fórmula 1, la final de 2021 y las dos inaugurales de 2022, el madrileño ha sumado dos bronces y una plata. Y sin embargo, sabe a poco.

Leclerc ha comenzado de manera imparable. Victoria y segundo puesto, este después de una intensa batalla con Verstappen (como dice la expresión moderna: se vienen cositas), sustentadas en un rendimiento claramente superior. Mientras Sainz aún está algo incómodo con el comportamiento del monoplaza, especialmente por el ‘porpoising’ que sufre, el monegasco tiene el coche por la mano. Ni mucho menos es más rápida o más competitiva la unidad del ’16’ frente a la del ’55’, ya que son exactamente iguales, pero sí ha entendido mejor su comportamiento.

La nueva normativa que se ha introducido esta temporada requiere de una manera distinta de pilotaje. Lo han dicho muchos pilotos: las ruedas son más grandes y requieren una posición diferente en el asiento, se comportan de manera mucho más pesada, etc. Leclerc ha encontrado enseguida las sensaciones y el acomodo enseguida y a Sainz le está costando algo más.

«Necesito conseguir que el coche esté un poco más a mi gusto. Hoy dimos un pequeño paso en la dirección correcta y aún así… bueno, aunque todavía no estoy al 100% con el coche, seguir sumando puntos y podios es importante, hasta que sea el momento de unirme a estos chicos en la lucha por las victorias», explicaba el español después del podio en Jeddah.

Sainz es candidato pero no es favorito. Eso es una realidad clara actualmente, pero Leclerc no podrá confiarse. Solo tiene 12 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, que ya le ganó en su primer año en la Scuderia.

En cuanto el español entienda mucho mejor el comportamiento del F1-75, estará ahí. La mejor prueba de que puede ser el gran rival de su propio vecino es que incluso teniendo en Bahréin, en propias palabras del mismo Sainz, el peor fin de semana desde que es piloto de Ferrari, logró un gran segundo puesto.

Australia, un circuito de manos y que condena notablemente los errores, será una nueva piedra de toque. En algún momento, los Ferrari cederán o tendrán algún problema y posiblemente cunda ligeramente el pánico, que para eso la Scuderia es muy dada al drama, una condición casi atávica para toda actividad italiana. Si Sainz falla, que nadie se eche las manos a la cabeza: queda mucha temporada por delante. Piano, piano.