Avalancha de colombianos provoca récord de detenciones en EE. UU.
Entre octubre de 2019 y febrero de 2022, la cifra de connacionales detenidos pasó de 42 a 9.600.

Entre octubre de 2019 y febrero de 2022, la cifra de connacionales detenidos pasó de 42 a 9.600.
Una sola cifra deja clara la alarma que existe entre las autoridades estadounidense por la llegada masiva de colombianos a la frontera sur entre Estados Unidos y México y que condujo el mes pasado a la expulsión, por “vía exprés”, de más de 600 connacionales que intentaban coronar el apetecido “sueño americano”
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Entre octubre de 2019 y febrero de 2022, la patrulla fronteriza detectó un incremento de más del 20.000 por ciento en el flujo migratorio: de 42 detenidos mensuales a finales de 2019 a unos 9.600 para comienzo de este.
El fenómeno, del cual ya había ciertos indicios, explotó en febrero y marzo de este año cuando se registraron cifras récord de colombianos intentando cruzar la frontera, en su gran mayoría por Yuma, en Arizona.
Hasta la fecha, a la mayoría de los nacionales, por lo menos los que solicitaban asilo, se les venía procesando a través del llamado Título 8, o el conducto regular de inmigración que se les aplica a personas que llegan a Estados Unidos pidiendo este estatus.
Dado que se trata de un proceso que puede tardar meses, muchos son liberados en territorio estadounidense mientras avanzan las diligencias judiciales y luego terminan quedándose ilegalmente.
El polémico ‘Título 42’ de Donald Trump
Dado que se trata de una “expulsión” y no una deportación, el Título 42 requiere de un acuerdo con el país de origen. Uno al que llegaron autoridades colombianas y estadounidenses en marzo.
En particular, los que llegan en grupos familiares que incluyen niños, pues EE. UU., bajo la administración de Joe Biden, prohibió la ubicación de menores en centros de detención mientras se resuelve la situación jurídica.
Pero el dramático incremento de colombianos que llegan a la frontera provocó un cambio de estrategia de los estadounidenses, que ahora han comenzado a expulsarlos usando el polémico título 42, una medida que instauró el presidente Donald Trump en marzo de 2020 cuando irrumpió la pandemia de covid-19.
Alegando que existía una emergencia sanitaria y que los migrantes podían propagar la enfermedad, el Título 42 les permitía a las autoridades devolver a las personas sin tener que procesarlos para determinar los méritos de solicitud de asilo. Desde entonces, más de 1,7 millones de personas han sido expulsadas de Estados Unidos por esta vía, en su mayoría mexicanos y centroamericanos.
Dado que se trata de una “expulsión” y no una deportación, el Título 42 requiere de un acuerdo con el país de origen. Uno al que llegaron autoridades colombianas y estadounidenses a comienzos de marzo y que permitió el retorno de 600 personas en seis vuelos que fueron pagados por los estadounidenses.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump
EFE/EPA/MICHAEL WYKE
Este viernes, EE. UU. anunció que rescindirá el Título 42 a partir del 23 de mayo. Algo por lo que venían presionado los demócratas y a lo que Biden se comprometió durante la campaña electoral. Sin embargo, se trata de un tema explosivo.
Desde su llegada a la Casa Blanca se han presentado cifras récord de inmigrantes que intentan ingresar al país después de un período de relativa calma producto de los cierres que generó la pandemia y las políticas antimigratorias que se impulsaron durante los años de Trump.
Y en ese contexto, el Título 42, a través del cual se venía expulsando de EE. UU. al 63 por ciento de todos los que intentaban ingresar, era una valiosa herramienta para evitar una crisis en la frontera sur. Pero la medida venía causando una enorme controversia.
Si bien al comienzo de la pandemia la medida se justificaba –y mucho países del mundo aplicaron restricciones parecidas–, con la llegada de las vacunas y el retorno a la normalidad en gran parte del país era cada vez más difícil defender que el coronavirus estaba causando una emergencia sanitaria lo suficientemente grave como suspender las normas migratoria del país.
Hipocresía de gobiernos de estado como Texas y Arizona
En una carta enviada el mes pasado a los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) y a la administración Biden, un grupo de senadores demócratas se quejaban con vehemencia: “Nos deja perplejos que las CDC continúen utilizando una iniciativa draconiana en la frontera, lo que contradice la recuperación de EE. UU. de la pandemia”, decían en la carta legisladores de alto perfil como Cory Booker y Bob Menéndez.
Señalaban, además, la hipocresía de estados como Texas y Arizona, donde sus autoridades fueron de las primeras en levantar todas las medidas de la pandemia y reabrir la economía, pero insistían en seguir usando el virus como excusa para negarles derechos a los inmigrantes que buscan asilo.
“El Título 42 nunca fue un tema de sanidad sino de mantener lejos a las personas que buscaban asilo y protección y por razones políticas e ideológicas. El asilo es un derecho que está contemplado en las leyes de este país”, decía el congresista Juan Vargas.
De acuerdo con Adam Isacson, experto en seguridad hemisférica en Wola y que lleva varios años estudiando los flujos migratorios hacia EE. UU., el caso de los colombianos tendría varias explicaciones. La más prevalente, dice el analista, es la ausencia del requisito de una visa para ingresar a México, que se eliminó desde el 2012 en el marco de las negociaciones para la creación de la Alianza del Pacífico (que reúne a Chile, Perú, Colombia y México).
Haber quitado la visa para México, la clave del embrollo
“En este momento cualquier colombiano llega a México vía aérea o terrestre con un pasaporte válido, se va a la frontera con Estados Unidos y solicita asilo. No es fácil expulsarlos usando el Título 42 porque los vuelos de repatriación son costosos, así que la mayoría se terminan quedando por años mientras sus casos se resuelven en cortes migratorios. Y los que llegan con niños no son puestos en centros de detención”, dice el analista.
Algo parecido estaba sucediendo también con ecuatorianos, brasileños y venezolanos, que tampoco necesitaban visa para entrar a México. Bajo presión del Gobierno estadounidense, este país reimpuso recientemente la necesidad de visado para ciudadanos de estos países, lo cual frenó la migración de este origen. Para ponerlo en contexto: Ecuador pasó de más de 12.000 inmigrantes al mes detenidos en la frontera a menos de 1.000 desde que se comenzó a pedir el visado.
Pero hay otros factores tras los incrementos y que no son exclusivos de los colombianos. Tras los años de “cerrojo” bajo la administración Trump muchos vieron en la llegada de Biden a la Casa Blanca una oportunidad para migrar.
Así mismo, la pandemia generó una crisis económica en muchos países, que afectó a los más pobres y empujó el deseo migratorio. Los actuales incrementos, además, coinciden con la reapertura de las fronteras, en marzo del año pasado, y la reactivación de vuelos comerciales, que estuvieron frenados a lo largo de buena parte del 2020 y comienzos de 2021. En ese sentido, la aplicación del Título 42 a los colombianos y ciudadanos de otras nacionalidades era también una manera de disuadir la inmigración. Pero con el fin de su aplicación a partir de mayo, lo más probable es que los números, antes que caer, sigan creciendo.
Ecuador pasó de más de 12.000 inmigrantes al mes detenidos en la frontera a menos de 1.000 desde que se comenzó a pedir el visado.
Según Wola, con el fin de la política se corrige un error que venía poniendo en peligro a miles de migrantes que habían abandonado sus países por razones justas. Pero también va a causar una estampida hacia la frontera durante los primeros meses.
“Lo que nos preocupa es que las autoridades no estén preparadas para procesar a las personas de una manera ordenada, digna y sin hacinamiento”, dice esta organización. La administración Biden, consciente de la situación que se avecina, viene elevando el personal de la patrulla fronteriza y afina detalles para un nuevo plan que busca reducir los tiempos de espera para los solicitantes de asilo.
En cierto sentido, esto podría ser un sustituto para el Título 42, ya que permitirá que agentes migratorios sean los primeros en calificar la elegibilidad de un migrante en su reclamo de asilo, con el objetivo de restar carga de trabajo a jueces de inmigración que ya de por sí tienen miles de casos pendientes por resolver.
Sea como sea, las autoridades migratorias en Colombia les han pedido a los ciudadanos que eviten el incierto y peligroso camino rumbo a EE. UU. Especialmente ahora que la frontera está a punto de convertirse en un hervidero.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
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